Post actualizado el día julio 9, 2025 by admin
No sé si a alguien más le pasa, pero a veces me agarra la curiosidad con estas cosas de los pajaritos silvestres… los jilgueros, por ejemplo, que son tan chiquitos y cantan como si el mundo no tuviera peso 🎶. Me puse a leer, a preguntar, a mirar videos… y terminé medio obsesionada con lo que comen 😂.
Resulta que no es solo tirarle un puñado de semillas y ya. Tienen su paladar, eh. Les va el alpiste, obvio, pero también el negrillo, la avena pelada, un poquito de cañamón (ojo, poquito, que si no se les va la energía por las ramas 😅), y otras mezclas que si uno no se pone a averiguar, ni idea.
Y después están esas cosas que crecen en cualquier baldío y son oro puro para ellos: diente de león 🌼, hojas tiernitas, brotecitos verdes… cosas que uno ni mira cuando va caminando. ¿Quién iba a pensar que esas «yuyeras» son el buffet de lujo de un jilguero?
También, cada tanto, algo de fruta 🍎. Una rodajita de manzana, por ejemplo, sin semillas (porque eso sí, algunas pueden ser tóxicas). No todo les gusta —probé sandía y como si nada, jaja— pero hay que ir tanteando, con cuidado.
Una cosa que me sorprendió: aman bañarse. Una tapita con agua, y se meten ahí a chapotear como si fuera un spa 😍. No sé, hay algo en verlos que calma. Como que te obliga a frenar un rato y mirar con atención.
Ah, y por favor: nada de pan, galletas, restos de comida humana… que son pajaritos, no mini-personas. Lo casero a veces no es tan bueno para ellos como creemos.
No sé, me pareció lindo compartir esto porque uno nunca sabe a quién le puede servir. Y si ya le están prestando atención a lo que comen… bueno, eso ya es mimarlos más de lo que muchos creen que hace falta 💫