Esta es una preocupación moderna y totalmente válida. La mayoría de los sistemas de seguridad sin cuotas y muchos de los profesionales dependen de una conexión a Internet estable para funcionar correctamente. Si tu Wi-Fi falla, la funcionalidad se ve severamente limitada.
Cuando la conexión se cae, un sistema bien diseñado tiene salvaguardas. Primero, la sirena local y los sensores suelen seguir funcionando porque se comunican por radiofrecuencia con el panel central, que tiene una batería de respaldo. Sin embargo, el «cerebro» del sistema se aísla. No podrás recibir notificaciones en tu teléfono, ni ver las cámaras en directo, y la conexión con la central de monitorización profesional se cortará, dejando tu hogar desprotegido de forma remota.
Para mitigar este riesgo, muchas opciones ofrecen accesorios para sistemas de alarma como una conexión de respaldo por datos móviles (4G/5G). Este es un módulo que se compra por separado o se incluye en paquetes premium, y que contiene su propia tarjeta SIM. Si la línea de internet fija falla, el sistema cambia automáticamente a la red móvil para mantener la comunicación. Para una seguridad robusta, especialmente en áreas con internet inestable, esta redundancia es altamente recomendable.