La vigilancia perimetral es la primera línea de defensa, diseñada para detectar una amenaza antes de que entre en la propiedad. Esta capa de seguridad se activa cuando el intruso todavía está fuera, aumentando las posibilidades de disuasión y de que huya antes de cometer un delito. Los sistemas de alarma modernos ofrecen varias tecnologías para este fin.
Las cámaras de exterior con análisis de video inteligente son una opción muy eficaz. Pueden configurarse para enviar una alerta solo cuando detectan a una persona, ignorando animales o coches que pasan. Algunos modelos incluso pueden trazar una línea virtual y alertar solo si alguien la cruza en una dirección específica, como acercándose a la casa. Esta vigilancia activa es un potente elemento disuasorio.
Además de las cámaras, existen sensores perimetrales especializados. Los sensores de valla detectan vibraciones o intentos de escalar. Las barreras de infrarrojos crean un haz de luz invisible entre dos postes; si alguien lo interrumpe, se activa la alarma. Combinar estas tecnologías con una iluminación automática que se enciende ante cualquier movimiento crea un perímetro de seguridad robusto y visible que dificulta enormemente el acceso no deseado.