La implementación del 5G está revolucionando la vigilancia remota mediante una conectividad más rápida y confiable. Esta tecnología permite la transmisión de video en ultra alta definición desde múltiples cámaras simultáneamente, sin los retardos que caracterizaban a las conexiones anteriores. Para la seguridad perimetral en grandes extensiones, el 5G facilita la instalación de cámaras inalámbricas en ubicaciones donde no existe infraestructura de fibra óptica.
La baja latencia del 5G es crucial para aplicaciones de seguridad en tiempo real, como el seguimiento automático de objetivos o el control remoto de sistemas de acceso. En entornos empresariales, esta tecnología soporta el funcionamiento de drones de vigilancia autónomos y vehículos de seguridad conectados. La mayor capacidad de red también permite implementar análisis de video más complejos directamente en la nube, liberando a los dispositivos locales de esta carga computacional y mejorando su eficiencia energética.