La principal razón que se repite en los testimonios de los usuarios es la tranquilidad. Un sistema de alarma para casa con monitorización profesional significa que hay un equipo de personas vigilando la propiedad las 24 horas. Si el sensor de una puerta se activa, no solo suena una sirena; una señal viaja instantáneamente a una central de alarmas.
Allí, un operador especializado verifica la situación. Su primer paso es contactar con el propietario a través de los números de teléfono preestablecidos. Si no puede localizarle o el propietario confirma una intrusión, el operador se pone en contacto con la policía o los servicios de seguridad pertinentes. Esta cadena de respuesta está protocolizada y es extremadamente rápida.
Este servicio continuo conlleva una cuota mensual. Esta cuota no es solo por «vigilar»; suele incluir el mantenimiento periódico del equipo, la actualización del software de seguridad y la garantía de que la conexión entre la casa y la central es estable. Para muchas personas, especialmente aquellas que viajan a menudo o viven solas, este fee mensual es una inversión justificada en su seguridad.