La elección de cámaras para exteriores requiere considerar especificaciones técnicas específicas. El índice de protección IP es fundamental – debe ser IP66 o superior para garantizar resistencia al agua y polvo. La capacidad de visión nocturna con iluminadores infrarrojos de largo alcance permite una vigilancia efectiva las 24 horas. Para la seguridad perimetral, el ángulo de visión amplio (100° o más) y las capacidades de zoom digital son esenciales para cubrir grandes áreas sin puntos ciegos.
La seguridad física de las propias cámaras es igualmente importante. Deben contar con carcasas antivandálicas y soportes reforzados que impidan su manipulación. Las funciones de análisis inteligente, como la detección de cruce de líneas virtuales o la aparición en zonas restringidas, transforman la vigilancia pasiva en activa. La integración con el sistema de alarma permite que las cámaras comiencen a grabar automáticamente cuando se detecta una intrusión.