El dragón de Komodo (Varanus komodoensis) es un reptil endémico de Indonesia que enfrenta una pérdida de hábitat debido a la actividad humana y el cambio climático. Quedan aproximadamente 1,400 individuos en estado silvestre, distribuidos en unas pocas islas. Estos gigantes, que pueden alcanzar hasta 3 metros de longitud, son depredadores clave en su ecosistema, regulando las poblaciones de herbívoros.
Las principales amenazas incluyen la expansión agrícola, el turismo no regulado y la disminución de sus presas naturales. Los programas de conservación, como los implementados en el Parque Nacional de Komodo, se centran en la protección de su hábitat, la investigación científica y la educación turística. Aunque el dragón de Komodo es una especie protegida, su supervivencia a largo plazo requiere esfuerzos continuos para mitigar los efectos del cambio climático y la presión humana.