El gorila de montaña (Gorilla beringei beringei) habita las montañas volcánicas de la región de los Grandes Lagos en África Central. Aunque su población ha aumentado a alrededor de 1,063 individuos gracias a esfuerzos de conservación intensivos, sigue clasificado como En Peligro. La inestabilidad política, la caza furtiva y las enfermedades transmitidas por humanos (como el ébola) representan riesgos constantes. Además, la deforestación para agricultura y la minería ilegal fragmentan su hábitat.
La colaboración transfronteriza entre Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo ha sido clave en su recuperación. El ecoturismo responsable genera ingresos para las comunidades locales y fondos para la conservación. Sin embargo, la presión demográfica humana y los conflictos en la región requieren esfuerzos continuos para garantizar la coexistencia pacífica entre gorilas y comunidades.