El guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus) es el guacamayo más grande del mundo, con una envergadura de hasta 1,5 metros, pero su población silvestre no supera los 6,500 individuos. Habita en las sabanas y bosques de Brasil, Bolivia y Paraguay, donde enfrenta amenazas como la deforestación, el tráfico ilegal de mascotas y la caza para obtener sus plumas. Su dieta especializada, basada en frutos de palmeras, lo hace vulnerable a los cambios en su ecosistema.
Programas de conservación como el «Proyecto Guacamayo» en Brasil trabajan en la protección de nidos, la reforestación y la educación ambiental. Aunque su población se ha estabilizado en algunas áreas gracias a estos esfuerzos, la fragmentación de su hábitat y la demanda en el mercado negro siguen siendo desafíos críticos. La supervivencia de esta ave espectacular depende de la conservación de las palmeras y la lucha contra el tráfico ilegal.