El ibis eremita (Geronticus eremita) es un ave que alguna vez fue venerada en el antiguo Egipto, pero hoy está en peligro crítico de extinción. Solo quedan alrededor de 700 individuos en estado silvestre, distribuidos en Marruecos y Siria. Esta especie enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, el uso de pesticidas que envenenan su alimento y la caza ilegal. Su migración está llena de peligros, incluyendo torres eléctricas y cazadores.
Proyectos de conservación, como el Programa de Reintroducción en España, han logrado establecer una pequeña población reproductora en Andalucía. Estos esfuerzos incluyen la alimentación suplementaria, el seguimiento por GPS y la protección de zonas de nidificación. Aunque el ibis eremita ha mostrado cierta recuperación en áreas protegidas, su supervivencia a largo plazo requiere la conservación de humedales y pastizales que son esenciales para su alimentación.