El leopardo de Amur (Panthera pardus orientalis) es la subespecie de leopardo más amenazada del planeta, con solo alrededor de 100 individuos en estado silvestre, confinados en la frontera entre Rusia y China. Este magnífico felino enfrenta una combinación mortal de pérdida de hábitat, caza furtiva y disminución de sus presas naturales. Su pelaje más grueso y sus patas adaptadas a la nieve no son suficientes para protegerlo de las amenazas humanas.
Los esfuerzos de conservación han logrado duplicar su población en la última década gracias a la creación del Parque Nacional Tierra del Leopardo en Rusia, patrullas antifurtivos y programas de cría en cautividad. Sin embargo, la falta de diversidad genética y la fragmentación de su territorio siguen siendo problemas críticos. La supervivencia del leopardo de Amur depende de la conexión de poblaciones aisladas y de la protección de los bosques templados que constituyen su hogar.