La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) es la tortuga marina más grande del mundo, pero su población ha decaído en más del 70% en los últimos 30 años. Esta especie, que puede alcanzar hasta 2 metros de longitud y 900 kg de peso, enfrenta amenazas como la captura accidental en redes de pesca, la contaminación plástica y la destrucción de sus playas de anidación. Solo en el Pacífico oriental, su población ha caído un 97% desde 1980.
Esfuerzos globales para su conservación incluyen la protección de playas de anidación, la reducción de la pesca incidental y la lucha contra la contaminación oceánica. En lugares como Costa Rica y Gabón, voluntarios protegen sus nidos de depredadores y saqueadores. A pesar de estos esfuerzos, el aumento del nivel del mar y el calentamiento global amenazan sus sitios de reproducción, haciendo urgente la acción coordinada.