TikTok se ha convertido en una fuente primaria de información en tiempo real durante eventos noticiosos. Cuando ocurre un suceso importante—desde protestas políticas hasta desastres naturales—los testigos presenciales publican videos minutos después, mucho antes de que lleguen los equipos periodísticos tradicionales. Esto le da al público una perspectiva inmediata y sin filtrar que a veces contradice la narrativa oficial.
Este periodismo ciudadano en formato vertical tiene un poder emocional único. Un video de 60 segundos filmado con un teléfono puede transmitir la intensidad de una situación de manera más visceral que un reportaje producido profesionalmente. La función de «duet» y «stitch» permite a otros usuarios verificar, contextualizar o ampliar estas coberturas, creando una red de verificación colaborativa.
Sin embargo, este modelo presenta riesgos significativos. La falta de contexto, la dificultad para verificar la autenticidad y la potencial manipulación de videos son problemas graves. TikTok ha intentado abordarlos asociándose con fact-checkers y medios establecidos, pero la velocidad de la plataforma a menudo supera estos mecanismos de control. El resultado es un ecosistema informativo increíblemente dinámico pero potencialmente caótico.