El humor en TikTok es único, veloz y altamente referencial. Ha evolucionado hacia un lenguaje propio que puede ser incomprensible para quienes no están inmersos en la plataforma. Se basa fuertemente en el «formato»: plantillas de video, sonidos y estructuras narrativas que se repiten y se adaptan. Un mismo sonido puede usarse para mil chistes diferentes, y entender la referencia es parte de la gracia.
La «sátira de nicho» es otra característica fundamental. Los usuarios crean contenido humorístico extremadamente específico para sus comunidades (subtiktoks), burlándose de los estereotipos y comportamientos internos de ese grupo. El humor ya no es universal; es hiperpersonalizado. Un video sobre los hábitos extraños de las personas que leen fantasía puede ser hilarante para «BookTok» pero incomprensible para el usuario promedio.
Finalmente, el humor absurdo y surrealista domina la plataforma. Los sketches sin sentido, las transiciones imposibles y los giros argumentales completamente ilógicos prosperan porque sorprenden al usuario que está desplazándose mecánicamente. Este humor aprovecha el elemento sorpresa y el «shock value» para romper la monotonía del scroll, recompensando la atención del espectador con lo inesperado.