Los creadores que crecen de forma sostenida en TikTok suelen seguir un conjunto de mejores prácticas. La consistencia es la base; publicar con regularidad (incluso diariamente) mantiene la relevancia ante el algoritmo y la audiencia. Sin embargo, la calidad no debe sacrificarse por la cantidad. Un video bien producido y pensado tendrá un mejor desempeño que varios videos apresurados.
La optimización para el sonido es crítica. Los creadores exitosos están siempre al tanto de los sonidos trending y los utilizan estratégicamente, o crean sus propios sonidos originales con la esperanza de que se popularicen. Entender la «hook culture» (cultura del gancho) es vital: los primeros segundos del video deben ser increíblemente atractivos para evitar que el usuario se desplace.
Finalmente, la interacción con la comunidad es lo que transforma a los espectadores en seguidores leales. Responder a comentarios, hacer videos de seguimiento a preguntas populares, colaborar con otros creadores y participar en tendencias demuestra autenticidad y construye una conexión real. Los creadores más inteligentes no solo ven TikTok como un escenario, sino como una conversación bidireccional con su audiencia.