Post actualizado el día julio 5, 2025 by admin
Una de las actividades más atractivas para los niños, y que además fomenta su creatividad, coordinación mano-ojo y paciencia, son las manualidades. Como mencionamos en apartados anteriores, una opción sencilla y ecológica es fabricar papel reciclado de manera artesanal, un proceso que no solo promueve el reciclaje, sino que también introduce conceptos básicos sobre sostenibilidad y la reducción de residuos. Sin embargo, hay manualidades que exigen un poco más de habilidad y paciencia, como la creación de un caleidoscopio, un instrumento óptico cuya fascinación radica en la multiplicidad de patrones simétricos que se forman a través de espejos interiores y la refracción de la luz. Este tipo de proyectos no solo entretienen durante su montaje, sino que mantienen el interés a largo plazo al ofrecer un espectáculo visual dinámico y cambiante.
En esta ocasión, te enseñamos a preparar papel maché, un material artesanal con infinitas aplicaciones y que es una excelente alternativa para reutilizar papel en desuso, como periódicos, revistas o incluso papel higiénico, mostrando así la versatilidad de esta técnica ancestral que combina artesanía con química básica. Su uso se extiende desde simples manualidades escolares hasta la creación de piezas decorativas o artísticas más complejas, evidenciando que, a pesar de su simplicidad, el papel maché tiene un gran potencial creativo.
No es solo una actividad ideal para niños, sino que también resulta muy útil para adultos interesados en proyectos DIY (Do It Yourself), manualidades o incluso en el diseño artesanal, pues con paciencia y dedicación se pueden crear desde figuras pequeñas hasta muebles ligeros, siempre que se respete la correcta preparación y el número adecuado de capas para garantizar la resistencia y durabilidad del objeto final. De hecho, esta técnica ha sido utilizada históricamente en distintas culturas para fabricar máscaras, esculturas y ornamentos debido a su bajo coste y facilidad de moldeado.
¿Qué es el papel maché?
El papel maché, cuyo nombre deriva del francés “pâte mâchée” que significa “pasta masticada”, consiste en una mezcla moldeable hecha con trozos de papel y adhesivos, principalmente cola blanca, aunque tradicionalmente también se empleaban pegamentos naturales o almidones. En ocasiones, se agregan otros componentes como cal, yeso, tiza molida o harina, con el fin de modificar la textura, aumentar la rigidez o acelerar el tiempo de secado. Esta técnica manual, que ha evolucionado con el tiempo, es una forma de transformar materiales reciclados en objetos con valor artístico o funcional. Si se construye con una estructura interna resistente y se aplican muchas capas, el papel maché puede utilizarse para crear muebles u objetos voluminosos, aunque esto requiere mayor destreza y conocimiento técnico para evitar deformaciones o fragilidad.
La base de este proceso consiste en convertir el papel y otros ingredientes en una masa que, al secarse, adquiere una rigidez considerable pero manteniendo cierta maleabilidad para poder darle forma. Esta pasta endurece rápidamente, permitiendo que el objeto moldeado pueda lijarse, pintarse y decorarse con facilidad. Para quienes se inician en la pintura de papel maché, existen numerosas técnicas para mezclar colores y conseguir acabados profesionales, dependiendo de los materiales y pigmentos usados.
Cómo hacer papel maché con revistas y periódicos
El procedimiento para preparar papel maché es bastante uniforme, independientemente del tipo de papel base que elijas. Reciclar periódicos y revistas es una manera eficaz de dar nueva vida a esos papeles que de otro modo se desecharían, contribuyendo así a la reducción de residuos y al cuidado ambiental. Para elaborar esta mezcla, necesitarás:
- Papel de periódico o revistas, troceados en tiras o pedazos pequeños
- Agua, que ayuda a descomponer la celulosa del papel y facilita su manipulación
- Cola blanca para manualidades, que actúa como adhesivo, en proporción aproximada de dos partes de cola por una parte de agua
- 75 gramos de tiza, que aporta cuerpo, textura y resistencia a la mezcla
Corta el papel y colócalo en un recipiente para mezclarlo con el agua y la cola blanca, asegurándote de que el papel quede bien impregnado para facilitar su unión. Añade la tiza y mezcla hasta obtener una masa homogénea, que debe reposar alrededor de una hora para optimizar la integración de los componentes y lograr la textura deseada.
Si deseas cubrir un objeto —como un globo, una base de cartón o una estructura ligera—, aplica capas de papel maché. Ajusta la cantidad de capas según el acabado que buscas: para superficies lisas, alisa cada capa; para texturas rústicas o naturales, deja la capa sin alisar. Lo recomendable es aplicar no más de dos capas seguidas, esperando que se sequen antes de agregar más, para evitar que el objeto se deforme o se humedezca en exceso.
Para quienes prefieren soporte visual, hay tutoriales en vídeo que explican cada paso, facilitando el aprendizaje.
Hacer papel maché con papel higiénico
Otra alternativa accesible es usar papel higiénico para hacer papel maché, una opción que puede resultar útil en hogares donde no se disponga de otros tipos de papel. El procedimiento consiste en cortar el papel en pedazos y dejarlo remojar 24 horas para que se ablande y se descomponga. Luego, se hierve durante 50 minutos, lo que ayuda a esterilizar la mezcla y a romper la fibra para una textura más homogénea. Una vez tibio, se escurre la pulpa y se mezcla con los demás ingredientes hasta formar una pasta uniforme.
Cuando tengas la pasta lista, moldea la figura deseada y deja secar bien. Al estar seca, puedes pintar la pieza comenzando con una base blanca que facilite la adhesión y brillo de los colores que aplicarás posteriormente.
Papel maché con harina
Una variante tradicional y económica es hacer papel maché usando harina, un ingrediente común en cualquier hogar. La proporción es aproximadamente una parte de harina por cuatro de agua. Primero, hierve el agua y añade la harina poco a poco, removiendo constantemente para evitar grumos. Cuando la mezcla se enfríe, obtendrás una pasta similar en textura al yeso o escayola, ideal para modelar figuras que requerirán resistencia al secado.
Este método es apreciado por su simplicidad y por usar materiales naturales, aunque su tiempo de secado puede ser más prolongado en comparación con otras técnicas que utilizan cola blanca.