Gatos

Lo que NADIE te cuenta sobre el Gato Egipcio y su conexión DIVINA

El Gato Egipcio o Mau Egipcio desciende directamente de los gatos sagrados adorados en el Antiguo Egipto. Estudios genéticos confirman que esta raza conserva el patrón de pelaje moteado idéntico al de los felinos representados en jeroglíficos de 4,000 años de antigüedad. Su nombre «mau» significa literalmente «gato» en egipcio antiguo, y eran considerados encarnaciones de la diosa Bastet, protectora del hogar y la fertilidad.

La princesa rusa Nathalie Troubetskoy rescató la raza de la desaparición en 1956, llevando tres ejemplares desde El Cairo a Italia. Hoy, cada Mau Egipcio lleva en su ADN el legado genético de aquellos gatos que caminaron entre faraones. Su distintivo andaje «maquillado» (líneas de rímel alrededor de sus ojos) y su elegante moteado plateado o bronce los hacen únicos entre todas las razas felinas modernas.