Post actualizado el día febrero 2, 2025 by admin
Ah, las tortugas… Son criaturas fascinantes, casi enigmáticas. ¿Reconocen a su dueño? Bueno, la respuesta es un poco más complicada de lo que parece. Imagina que tienes un ser lento y silencioso, que no se ve muy interesado en las interacciones humanas. Pero si te acercas a ella todos los días, alimentándola, cuidándola, ¿qué ocurre? A lo largo del tiempo, las tortugas pueden llegar a asociar tu presencia con algo positivo. La comida, la seguridad, la calma que les ofreces. Puede que no te «reconozcan» como un perro o un gato, pero algo en su instinto les dice: «este ser trae cosas buenas».
Es como un vínculo, pero sutil, oculto. Tal vez no haya una mirada de cariño, ni saltos de alegría al verte, pero si te observas bien, notarás que la tortuga te sigue con la mirada, o que se acerca un poco más rápido cuando te ve. Quizá hay algo más en esas pequeñas mentes, algo que nunca llegaremos a entender completamente. Es una danza silenciosa de reconocimiento, una conexión más profunda que las palabras no pueden describir. Tal vez no sea tanto un «reconocimiento» en el sentido humano, pero algo ahí está… ¿qué piensas tú?
